domingo, 12 de agosto de 2012

Probando un dulce húngaro

Ayer por la tarde fuimos a la playa, a sofocar el calor terrible que está haciendo. El plan era playa, cambiarnos en casa de un amigo y cenar en el chino. Cuando llegamos vimos que había un mercado medieval puesto en el paseo de la playa, y claro, teníamos que ir a ver.

Bueno, pues nos bañamos en la playa, que por cierto estaba sucísima, pero por suerte sin olas y casi sin gente. Después nos duchamos y pusimos decentes para ir a cenar al chino de al lado. Cenamos bien por poquito dinero, comimos menú del día, yo me pedí lo normal, un rollito de primavera, unos tallarines 3 delicias y gambas con champiñones, mmmmm, que buenas estaban las gambas, era lo mejor de todo.
Cuando acabamos de cenar fuimos al mercado medieval a dar una vueltecita, había bastantes puestos de comida, pero en el que nos paramos nosotros fue en el del dulce húngaro.



Kürtökalács, así se llama este típico dulce húngaro. En el puesto hacían la masa directamente y la enrollaban en un cilindro de madera con un mango de metal que luego pondrían a dar vueltas en una especie de barbacoa. La masa esta recubierta de azúcar, que se va caramelizando según se va cocinando la masa. Una vez hecha se saca de la barbacoa y se unta con los ingredientes que elijamos, en este caso podía ser con nueces, canela o coco, puedes elegir los tres sabores y se unta un tercio de cada uno de los sabores. El precio que tenía en el mercado medieval era de 5€.
Recuerdo que el cocinero le dijo a un niño que podía buscar la receta por internet, y efectivamente la encontré, receta de kuürtöskalács y no parece muy difícil si alguien quiere intentarlo.
La verdad es que yo no fui quien lo compró, por miedo a que no me gustara, y tuve razón, no me gustó, creo que fui la única a la que no le gustó, pero es que soy un poco delicada. Creo que me quedé con ganas de un helado, que eso fijo que me gustaba.

Siento no haber hechado fotos, pero se me olvidó la cámara.

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